En los valles del actual estado de Oaxaca se establecieron varios grupos que con el tiempo se unieron y formaron los pueblos zapoteco y mixteco.
La cultura zapoteca alcanzó su máximo desarrollo en el periodo Clásico, entre los años 250 d. C. y 900 d. C. Se estableció en una zona natural con abundante agua que propició la agricultura, la producción de cal, sal y arcilla para la alfarería.
Actividades de la cultura Zapoteca
Entre las principales actividades de los zapotecos estaba el cultivo del maíz. Por ello, tenían sacerdotes encargados del culto al dios de esa planta. También relacionaban los elementos naturales como agua, fuego y viento con sus dioses.
Construyeron centros religiosos como la ciudad de Monte Albán en lo alto de una montaña, con edificios que se orientaban conforme a los astros; utilizaron la técnica del talud y el tablero. En esta ciudad edificaron basamentos piramidales, juegos de pelota y un observatorio en forma de punta de flecha, orientado hacia el grupo de estrellas que hoy conocemos como la constelación de Orión.
La sociedad se dividía en gobernantes-sacerdotes, comerciantes, guerreros, campesinos y artesanos; estos últimos vivían en barrios y tenían diferentes oficios como albañiles, pintores, talladores de piedra, alfareros, orfebres o tejedores.
Por medio de la guerra, el ejército tomaba prisioneros, recaudaba tributos (alimentos, objetos o vestidos) para satisfacer las necesidades del grupo dominante, y obtenía recursos para la construcción de la ciudad.
El pueblo zapoteco también se distinguió por medir los ciclos del Sol, la Luna y de Venus (así pudo elaborar su calendario), crear un sistema de escritura basado en glifos que tallaban en piedra, hueso, concha o que pintaban sobre piel, cerámica o muros. Fueron muy importantes para forjar la historia de México.