Una de las principales conspiraciones fue la insurrección de 1810. Para1809 se organizó una conspiración en la ciudad de Valladolid contra el gobierno ilegítimo de Nueva España. Su propósito era formar una junta que habría de gobernar en nombre de Fernando VII, separar de los puestos públicos a los españoles y dejar el gobierno en personas americanas. Sin embargo, la conjura falló al ser delatada.
Inicio de la Insurrección de 1810
Un año después, en Querétaro se organizó una nueva conjura. Los que se reunían en ella aparentaban asistir a tertulias literarias organizadas en la casa del corregidor de esa ciudad. A estas reuniones asistieron el cura Miguel Hidalgo y los militares Ignacio Aldama e Ignacio Allende, entre otros. Los miembros de la conjura planearon una insurrección que comenzaría a principios de diciembre de 1810.
Sin embargo, la conspiración fue denunciada, y el intendente de Guanajuato ordenó aprehender a los conspiradores; sin embargo, éstos fueron avisados a tiempo. De esta manera, Hidalgo y Allende decidieron lanzarse a la lucha armada la madrugada del 16 de septiembre. El cura inició su marcha en el pueblo de Dolores con 600 hombres, pero en pocos días logró reunir decenas de miles, entre curas, soldados, rancheros, indios, mestizos y criollos.
Matanza y saqueos por la Insurrección
El intendente de Guanajuato y varios españoles fueron sitiados en la Alhóndiga de Granaditas por la multitud que seguía a Hidalgo. La muchedumbre logró invadir el recinto y durante dos días realizó una matanza y un saqueo imposible de controlar. Este acontecimiento tuvo efectos negativos para la insurgencia, pues debido a los excesos cometidos por la gente de Hidalgo buena parte de los criollos decidieron permanecer fieles a la Corona.
Ofensiva del ejercito de Hidalgo
Después de tomar Guanajuato, el ejército de Hidalgo se dirigió a la ciudad de México. El 30 de octubre de 1810 las fuerzas de Hidalgo lograron derrotar al ejército realista de mil soldados en el Monte de las Cruces, muy cerca de la capital del reino. A la vista estaba México, pero Hidalgo decidió no lanzarse sobre ella.
Derrota y muerte de Hidalgo
En ese momento, Hidalgo y Allende se separaron. El primero se dirigió a Guadalajara, donde organizó su gobierno; y el segundo, a Guanajuato. El 17 de enero de 1811 el ejército realista derrotó al improvisado ejército insurgente en Puente de Calderón, a la salida de Guadalajara. Entonces los insurgentes se dirigieron al norte, pero durante su huida fueron hechos prisioneros y condenados a muerte.
Recuperación del ejercito mexicano
Con la muerte de Hidalgo el movimiento insurgente siguió las órdenes de José María Morelos, quien se encargó de levantar un ejército al sur de la ciudad de México, menos numeroso pero más disciplinado. Morelos llevó a cabo una campaña efectiva y se apoderó de Chilpancingo, Tixtla, Chilapa, Taxco, Izúcar y Cuautla.